Una noche de invierno cargada de nieve Tomás León recibe una llamada inesperada. La agencia de patentes Worm&Bumble contacta con él para ofrecerle un empleo en sus oficinas de Zaragoza. Desde ese momento, su tranquila existencia se verá profundamente perturbada y lo que prometía ser un futuro esperanzador se tornará en la más extravagante de las aventuras. Muertes y desapariciones imprevistas harán que Tomás se vea atrapado en el vórtice de una trama de poderes cuyos orígenes se pierden en algún lugar del tiempo.

Siglos antes, bajo el tenue amparo de una madrugada invernal de 1841, Bernard William Bumble recorre las hediondas calles de Londres camino de su encuentro con el señor Worm, un misterioso mecenas que ha prometido convertirlo en el pequeño rey de su propio imperio. Bumble pronto descubrirá que el esquivo Worm extiende sus hilos sobre el inframundo londinense, como un marionetista fantasmal que hace realidad los deseos más oscuros de sus ávidos compañeros de negocios.

Los destinos de Tomás y de Bumble se cruzan en Entre reyes y gusanos, un relato de misterio transido de historia y fantasía que cuestiona las débiles fronteras entre el presente, el pasado y el futuro. ¿Agujeros de gusano que nos permitan atravesar la manzana? ¿Ángeles de la historia? ¿Al fin dueños del libre albedrío? En sus páginas realidad y ficción se funden en un laberinto literario, evocador y gótico, en ocasiones, donde apariciones fantasmagóricas, individuos bienintencionados y criaturas mitológicas se debaten entre una frágil humanidad y una divinidad agónica.

La intertextualidad de la novela, al igual que su multitemporalidad y el juego con los puntos de vista de los personajes, intenta romper la unicidad del texto favoreciendo un enriquecedor diálogo entre obras, tiempos históricos y diferentes visiones de la realidad y de la fantasía... Todo ello para terminar conduciendo al lector ante un tapiz, a modo de planisferio atemporal, en el que aprender a mirar más allá de las imágenes.