Los dioses olímpicos, descontentos con su papel en el momento actual, deciden, con Júpiter a la cabeza, volver a recuperar su importancia en el mundo terrenal introduciéndose en aquellos lugares donde el adelanto tecnológico es mayor. Para ello, montan un complejo industrial con sede en España y gestionado por mercurio, metamorfoseado en un personaje aristócrata. Ya en la Tierra, una antigua ninfa del bosque, ahora sofisticada galerista de arte y un matrimonio de clase media con aspiraciones a formar parte de la jet set -lo que conseguirán acogiéndose a cierto decreto de Gobierno que, para sanear la economía del Estado, crea un estatuto de nuevas personas vips- se cruzarán en el camino del enamoradizo dios mensajero. Este pondrá en marcha un plan para hacerse con los favores de la nueva dama de la alta sociedad, utilizando las posibilidades y los poderes sobrehumanos de los que solo un ser sagrado puede disponer.

Varios son los temas que discurren por la novela: el carácter tiránico y caprichoso de los dioses, reflejado en el comportamiento de unos personajes trasladados de un tiempo mítico a un tiempo moderno, con sus antiguas concepciones y sus antiguos atributos; el amor, por un lado desde una postura superficial y estereotipada, representada por el dios protagonista y por el matrimonio y, por otro, desde una actitud más profunda y auténtica, que es la que nos hace ver la ninfa; la frivolidad de las relaciones, mediante una visión caricaturizada de algunos aspectos de la sociedad actual; la modernidad, presente también desde una óptica muy determinada, a través del mundo de los negocios, de los avances informáticos, de la política, etc.