Joaquín Casanova es el presidente de la Asociación de Editores y Distribuidores de Fondos Propios de Aragón
Zaragoza.- La Gran Vía de Zaragoza será este jueves un buen escaparate para los editores y autores aragoneses con la celebración de la primera edición del "Día del Editor aragonés", en el que el público podrá comprobar el buen hacer de la producción aragonesa en el mundo del libro.
El evento está organizado por la Asociación de Editores y Distribuidores de Fondos Propios de Aragón, cuyo presidente, Joaquín Casanova, se ha propuesto que la cultura del libro esté en la primera plana de las Fiestas del Pilar.
Pregunta.- Los editores se han propuesto convertir al centro de la capital en un auténtico corredor cultural. ¿Con qué se va a encontrar el público?
Respuesta.- Sobre todo con el buen hacer de la producción aragonesa en el mundo del libro que creo que en estos momentos es más envidiada que lo que envidiamos nosotros de fuera. Hay una cosa que se hace muy bien, que es la edición, la manera de cuidar las maquetaciones, las impresiones, las encuadernaciones, los diseños de portada… Creo que estamos a la cabeza de la producción española y tenemos una capacidad de imaginación tremenda y de calidad. Lo que queremos demostrar es que aquí hay una producción que mantiene a mucha gente, no hay que olvidar que tenemos autores aragoneses que tienen mucha influencia en el mundo. Parece que no nos damos cuenta de que en el ranking de ventas hay aragoneses que ahora están en multinacionales, pero que han empezado aquí. En Aragón tenemos la base de poder lanzar y dar una oportunidad a los escritores y creadores que son bastantes y buenos.
P.- Es la primera vez que la cultura del libro está en primera plana de las Fiestas del Pilar.
R.- Las fiestas son un evento cultural, folclórico, artístico y faltaba lo literario. De esta forma se ha resuelto un problema que había porque vamos a acercar al público la producción aragonesa y temas tan interesantes como nuestra antropología y nuestra cultura. Este evento hace que no sólo conozca a los autores sino que tenga toda la bibliografía de los últimos años al alcance de la mano.
Casanova se muestra satisfecho con la participación de editores y autores en el evento
P.- Van a participar 22 editores y 53 autores. ¿Está satisfecho con la participación en esta primera edición?
R.- Estamos más que satisfechos puesto que el 80% de los asociados en el sector estarán en la calle. El año pasado ya quisimos hacer este evento y había elementos que no hacían posible la viabilidad del Día del Editor, pero el Ayuntamiento ha sido uno de los que se han volcado para que este evento se lleve a cabo y se mantenga durante años, igual que la DGA ha puesto su grano de arena. Siempre es importante que las instituciones colaboren con estas iniciativas.
P.- El Ayuntamiento ha asegurado su apoyo de cara al próximo año, ¿ha pensado ya en algo?
R.- Hay una idea muy bonita, aunque no la puedo explicar todavía. Pero queremos ampliarlo y contar con más sectores y más factores para que alrededor de este evento hagamos una imagen de marca. Empezaremos a trabajar para que el público tenga, además de música, rock, folclore, teatro o cine, algún encuentro sorpresivo y crearemos un rincón en Zaragoza que va a ser un punto de encuentro para mucha gente, sobre todo, para los jóvenes que son los que hay que acercar a la literatura
Radiografía del sector
P.- ¿Qué supone el sector para la economía aragonesa?
R.- El PIB que produce en Aragón ronda alrededor de 1,5 ó 2%, que es muy alto a la hora de valorar porque, además, la calidad de las imprentas atrae a muchos editores de fuera.
P.- ¿Cómo es la relación entre el editor y el autor?
R.- Terminamos siendo amigos porque hablas de su libro, su vida, sus proyectos, sus fantasmas… y te va contando cosas que va creando. El editor es un adelantado, un privilegiado y si alguno, como en mi caso, da el salto a una gran multinacional imagina lo que se siente cuando te dice: “Tú fuiste el primero”. Es un orgullo y ese orgullo de ser alguien por el que has apostado, merece la pena.
P.- ¿Cómo está cambiando el mundo editorial con la irrupción de las nuevas tecnologías?
R.-Suponen una motivación porque, frente a las nuevas tecnologías, hay que desarrollar libros mucho mejor presentados. Hay una cosa que se llama convivencia, hablamos ahora de lo que sucedió cuando apareció la televisión que parecía que iba a acabar con la radio y lo que ocurrió fue mejorar su calidad como lo hizo también el cine. Todo depende de la calidad, pero sí diría que tengo mi propio e-book y siempre digo lo mismo: "Si tengo mil libros y presto uno me quedo con 999, pero si pierdo el e-book ya no tengo ninguno". Además del IVA que en el libro convencional es del 4% frente al 21% del digital.
Casanova ha querido poner al sector del libro en la primera plana de las Fiestas del Pilar
P. -¿Qué terreno ha ganado el libro digital?
R.- Realmente está paralizado. Ahora me voy a la Feria de Frankfurt, donde hay cuatro expositores de libro digital frente a los 1.500 de libros convencionales. Por otro lado, llegan informaciones que a los que producen ese tipo de productos les da miedo que salgan a la luz pública. Por ejemplo, tiene una pantalla que seca el lacrimógeno y eso se ha demostrado en la Universidad de Estocolmo. Además, allí se ha hecho un estudio donde la inversión en el texto frente al libro digital es de un 50%. Han examinado a alumnos que han estudiado el mismo tema por libro electrónico y otros por el libro de texto y la proporción es de 90% de alumnos aprobados con el libro clásico y 40% con el digital. El libro digital ha evolucionado, pero no te permite subrayar, hacer una nota lateral... la vista todavía no está acostumbrada al digital. Yo no me acostumbro al libro electrónico porque tiene botones y hace que te distraigas, y el papel permite que pase la página cuando yo quiero. ¿Y dónde dedico un libro si es digital? Se pierde el contacto social y la comunicación es necesaria.
P. ¿Cómo están viviendo los recortes en cultura?
R.- Los recortes son importantes porque no es que en Aragón vivamos de las ayudas, pero estamos en el 70% menos con respecto hace cuatro años. Las ayudas sirven para abaratar el coste y que el precio final favorezca al público y que la lectura no sea tan cara, como dice la gente. Ante esto me quedo con una frase de Groucho Marx: “Si la cultura es cara prueba con la ignorancia”.
P.- ¿A qué retos se enfrenta al sector?
R.- A la crisis, como todos, aunque siempre matizo que para mucha gente sirve para volver a reencontrarse con el libro y saber que en un mercado competitivo sino estás al día de lo que quieres ser y hacia dónde vas, difícilmente vas a encontrar un hueco. Y en la librería estoy notando que hay mucha gente que viene a formarse, al estudio, no tanto a la literatura.
Fuente:
Aragón Digital