Autores: Agustín Faro Forteza, María Díez Llena, Julia Salamero Sesé, Beatriz Yus del Río.
¿Qué aporta este manual frente a los muchos libros de gramática que existen?
La gran diferencia estriba en la metodología, pues hemos adoptado un método inductivo. Es decir, partiendo de la presentación de ejemplos claros y concretos, es el alumno, guiado por la mano de su profesor, quien va infiriendo las reglas de la sintaxis. Superamos, así, la tradicional explicación basada en los conceptos teóricos, que, la mayor parte de las veces, son memorizados sin ninguna reflexión.
El objetivo fundamental es potenciar la experimentación, porque, a fin de cuentas, la lingüística es el estudio científico del lenguaje y, como tal, como una disciplina científica, queremos abordar la comprensión de la sintaxis. Estamos convencidos de que el aprendizaje debe ser progresivo y autónomo. Para ello, se parte en cada uno de los bloques de una batería de ejemplos de los que el estudiante deberá inferir las propiedades sintácticas. Una vez inferidas, se proponen ejercicios de reflexión sobre los ejemplos propuestos, que deben desembocar en el establecimiento de las propias conclusiones y, con la ayuda del profesorado, la enunciación teórica como punto de partida para la reflexión sintáctica. Con unos ejercicios de análisis y de reflexión sintáctica concluye el bloque.
En los cursos de bachillerato se proponen más de veinte textos, sobre los que se realizará el análisis sintáctico y se presentarán cuestiones referidas a ellos con las que se pretende que el alumno vaya mejorando en aspectos concretos y puntuales. De este modo, no es necesario volver a la explicación total de la teoría y se puede repasar a partir de los ejercicios prácticos que se presentan. Idéntica técnica, pero con textos de alta dificultad, se sigue en el bloque de opositores. Juzgamos importante que se entienda la sintaxis como una progresión y como una disciplina en la que lo que realmente interesa es la reflexión acerca del hecho sintáctico y el porqué de dicha reflexión.