El asesinato de su amante, un enamorado de la música de Elvis Presley, obliga a Claudia a huir de la trampa que le han preparado, en una fuga imposible y arriesgada en la que desconoce tanto el porqué como quién la persigue. Su única posibilidad de salvación reside en encontrar alguna prueba de su inocencia, para lo cual debe navegar por Internet, donde encontrará claves de entrada, textos cifrados, virus, seguimiento electrónico, etc.